[:es]La inteligencia artificial y la computación cuántica son parte de las áreas tecnológicas que están mejorando la medicina. En este caso, los principios de la física cuántica son de gran ayuda en el diseño de escáneres para el diagnóstico rápido y preciso de las enfermedades. De esta manera, ayudan a los profesionales sanitarios a detectar patologías que afectan a los tejidos en un estadio más temprano de la enfermedad para evitar que luego se necesiten de procedimientos más invasivos para su tratamiento.
A este respecto, una de las aplicaciones más destacadas de este sistema es la que han llevado a cabo un grupo de investigadores de la Case Western Reserve University, en Estados Unidos, que han desarrollado un sistema pionero que mejora el diagnóstico y el tratamiento del cáncer a través de una resonancia capaz de detectar la eficacia de la quimioterapia tras el suministro de una dosis, tal y como publica As.
Gracias al uso de algoritmos, los oncólogos pueden elaborar diagnósticos con mayor precisión aumentando el rendimiento y reduciendo costes. Así se puede prever cómo puede evolucionar la enfermedad en un paciente o a determinar en qué nivel un determinado medicamento es efectivo, etc.
Pero la aplicación de la computación cuántica en medicina va más allá y ya sirve para crear nuevos fármacos. Es el caso de la emprendedora Noor Shaker que gracias a un software que combina la física cuántica con técnicas de aprendizaje automático trabaja en el desarrollo de nuevos medicamentos. La inteligencia artificial que tienen las máquinas les posibilita la capacidad de contestar por sí mismas a nuevos datos, sin precisar que ninguna persona física las programe y siendo, además, capaces de probar múltiples soluciones a la vez para un inconveniente determinado. De esta forma, pueden solucionar cuestiones complejas a alta velocidad, reduciendo los tiempos y los costes que conllevan el desarrollo de nuevos fármacos.[:]