[:es]En más de una ocasión hemos oído hablar tumores hodgkin y no hodgkin. ¿Pero qué quiere decir realmente cada una de estas terminologías? ¿En qué se diferencian unos y otros? Analizamos las particularidades de estos dos tipos de cáncer.
Ambos son linfomas, es decir, un tipo de cáncer que comienza en un subconjunto de glóbulos blancos llamados ‘linfocitos’, una parte fundamental del sistema inmunitario que protege de los gérmenes. Pero la principal diferencia entre el linfoma de Hodgkin y el linfoma no hodgkiniano es el tipo específico de linfocitos que participan en cada uno. Asimismo, estos dos tipos de linfoma presentan pronósticos y tratamientos diferentes, de ahí que sea fundamental identificar cuál es el que presenta el paciente.
El linfoma de Hodgkin es un cáncer del sistema linfático, que forma parte del sistema inmunitario, en el cual las células crecen de manera anormal y se pueden esparcir más allá del sistema linfático. A medida que avanza reduce la capacidad del cuerpo de luchar contra una infección.
La Sociedad Española de Oncología destaca que el linfoma de Hodgkin es una enfermedad relativamente infrecuente que se observa principalmente en personas jóvenes, concretamente en los grupos de edades entre los 15 a 40 años (con más frecuencia entre 25 y 30) y de 55 años en adelante, y es más común en hombres que en mujeres. La única relativa buena noticia es que presenta unas tasas de supervivencia de un año, de cinco años y de diez años del alrededor 90%, el 85% y el 80%, respectivamente.
El linfoma no Hodgkin también afecta al sistema linfático del cuerpo pero en este caso las células cancerígenas empiezan a crecer de forma descontrolada, bien de forma lenta o rápida, y se pueden propagar a otras partes del cuerpo como el hígado, el cerebro o la médula ósea. Es más común en adulto que en niño y presenta una tasa de supervivencia a cinco años de aproximadamente un 70%.[:]