[:es]Este domingo, 11 de febrero, se conmemora el Día Mundial del Enfermo. El pontífice Juan Pablo II instauró en 1992 esta fecha con el objetivo de concienciar sobre la importancia de mejorar la asistencia a las personas que padecen algún tipo de enfermedad.
En este sentido, España se encuentra en el ‘top ten’ en atención sanitaria y acceso al sistema de salud, según el informe ‘Impacto Global de la Enfermedad’ liderado por Christopher Murray, responsable del Instituto de Evaluación y Métrica Sanitaria de la Universidad de Washington (EEUU) y publicado en la revista The Lancet. En concreto, nuestro país obtiene 90 de 100 puntos posibles y ocupa el octavo puesto de un ránking que evalúa y clasifica la competencia sanitaria de 195 países del mundo.
Curiosamente, las patologías relacionadas con la oncología son aquellas en las que España obtiene las notas más bajas. En las curas para el linfoma de Hodgkin logra 64 puntos; en los procedimientos relacionados con la leucemia, 66 puntos; mientras que en los relacionados con las enfermedades biliares y el cáncer de piel sin melanoma obtiene 74. Las puntuaciones más altas se corresponden con el tratamiento de la difteria (100 puntos), el tétanos y el sarampión, y 99 puntos en desórdenes relacionados con la maternidad, así como en infecciones respiratorias.
Por esta razón, desde Lug nos sumamos a la conmemoración de este día y ponemos de relevancia la importancia de contar con herramientas tecnológicas que permitan adaptar los tratamientos a las necesidades de cada paciente y ofrecer una absoluta trazabilidad durante todo el proceso. La implantación de innovación permite una personalización individualizada 100%, desde la prescripción hasta la administración, y mejorar la calidad de los tratamientos que recibe el enfermo.[:]